viernes, 2 de septiembre de 2011

Review: THE BIBLE: Eden

De la mano de la editorial IDW, hoy tenemos THE BIBLE: Eden


De la mano de Keith Giffen (Justice League: Generation Lost, Annihilation), Scott Hampton (Gen13, Sandman Presents: Lucifer) y de Dave Elliot (Deadline Magazine) tenemos esta adaptación casi palabra por palabra del Génesis (digo casi porque, bueno, no he leído la Biblia), usando una técnica de, no sabría decir, parece lienzo pintado al óleo. La textura de la imagen es de ese estilo o como en Arkham Asylum: A Serious House on Serious Earth. Recopiladas en este tomo de la revista Deadline, aquí podemos ver como surge la vida según la visión judeo-cristianas; vayamos, pues, a la lectura de la Biblia.



En el principio, Dios creó el Cielo y la Tierra y ya sabeis el resto. Dios crea el mundo, el universo y los animales y plantas. Luego, viendo que aún le sobra un hueco en la Creación, se saca de la manga a el Hombre.

Siendo Dios ese fenomenal bromista, hace al pobre Adán (así es llamado el primero de su raza) nombrar a todos los animales (tanto los de la tierra, el mar, los aires y otros planetas) como plantas, frutas y, bueno, todo. ¿Porqué? Y por qué no. También le dice el yá consabido "Come todo lo que quieras menos este fruto de aquí", a lo cual, para mérito de Adán, no le responde un "¿Si no quieres que coma, para que lo plantas?". Claro que, como ya veremos más adelante, las criaturas de Dios no es que tengan mucha chispa... aún.

Adán, sintiendose solo, se percata de que todo animal tiene a su compañera, menos él, y le pide a Dios si puede arreglarlo. Dios, manitas Él, decide dormir a Adán para, en el primer hurto de la historia, sacarle una costilla y crear a partir de tal hueso a...

...la mujer. Y oye, que ambos están contentos de verse. A la noche, tras los actos conyugales, la mujer despierta y anda  hasta el árbol en el centro del Jardín donde viven, pensando cuan bueno ha de ser el tener sabiduría y conocimiento. He aquí que se presenta un pequeño, suave y dulce animal que...

AAAHH!

En fin, que la Serpiente, con su labia, embauca a la mujer para que pruebe la fruta del Árbol, el cual, además de darla un colocón del copón le permite diferenciar entre el bien y el mal, cosa que hasta ahora solo Dios era capaz. Eso y darse cuenta de que lleva sus apéndices mamarios al aire. Viendo que nada malo ha ocurrido al tomar el fruto, a pesar de las advertencias divinas, decide llevar un fruto a Adán para que coma y sea igual a ella.
Tras posiblemente el mejor sexo que hayan tenído hasta ahora (siendo la segunda vez) mientras la Serpiente miraba, se dan cuenta de que están desnudos y sienten vergüenza, y con la vergüenza, otro nuevo sentimiento les alcanza.

El frío en la entre- AAAHHH!

Temerosos de la reacción de Dios ante su acto (y sus visibles gónadas) ambos se atavian con hojas y ramas y recorren el Jardín, ahora temerosos de tantos depredadores como leones y cocodrilos que había por doquier, porque a Dios le encata que haya cocodrilos comiendo palomas al lado de su creación favorita. Es entonces cuando Dios se les aparece.

A lo que Adán respondió...

Dios, notablemente cabreado, les pregunta sobre lo ocurrido. Adán le echa la culpa a su mujer, y ésta a la Serpiente. Dios entonces manda a un par de ángeles a hacer la portada de disco de música hardcore más brutal de un tiempo a esta parte:

Fucking metal

Hecho esto, Dios les expulsa a ambos (y presumiblemente al resto de animales, debido a que más adelante veremos animales fuera del Jardín). El tiempo pasa y, como quien no quiere la cosa, Eva (ahora es cuando la ponen el nombre) queda en cinta y da a luz en una escena de parto algo explícita, aunque no tan explícita como en el Miracle Man de Alan Moore, llamando a su primogénito Caín.

Aquí damos un salto de un par de milenios a un sueño de José, esposo de María, donde un ángel le dice que no se divorcie de ella (que parece que José estaba hasta los mismisimos de ella), que mientras hablan la están preñando y que dará a luz a un niño llamado Jesús y aquí es donde acaba la historia; las siguientes hojas son ilustraciones de momentos del Antíguo y Nuevo Testamento, tales como Moises con las Tablas, las Plagas de Egipto o la Última Cena (porque Jesús aparece solo en el NT, ¿no?).

El porqué de este salto y este final, nos explica Elliot, es que la idea original era recrear la Biblia entera, con diferentes números ilustrando diferentes eventos y la historia de concepción y nacimiento de Jesús intercalados en estos, para luego poder ver los hechos de Cristo enteros.

Aun así, con ese salto brusco (que al principio pensé que me faltaban hojas) concluye el libro y a mí, por lo menos, me ha gustado. La cultura y mitos de las religiones me parece un tema interesante y la gran mayoría de veces fascinantes; los dibujos de Scott Hampton son sin duda el punto fuerte (obviamente la historia está adaptada de la original y no se puede sacar mucho de la originalidad), con toques bastante fotorealistas y esa estética que ya he mencionado antes me recuerda a la pintura en lienzo. Es una buena forma de aprender los origenes teogónicos del mito judeo-cristiano de la creación del mundo que creo yo que gustará a los que lo lean.

4'5/5



AAAAAHHH!!

2 comentarios:

  1. la verdad es que tiene muy buena pinta...

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  2. No vi tal mirada desde que vi los Critters (y aquel anuncio de drogas de un hombre serpiente).

    Me gusta el dibujo y la forma en la que esta pintado, cada viñeta parece un cuadro (grandiosos los gaticos "ups" XDDDDDDD) y ni contar el dibujo de la serpiente y los angeles *-*.

    Tiene buena pinta, otra obra que se mete en mi lista.

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